Hay en mí la conciencia de que yo pertenezco al caos, y soy sólo una forma material, y mi yo, y mi todo, es algo tan eterno como el vertiginoso cambio universal. Soy como algo del Cosmos. En mi alma se expande una fuerza que acaso es de electricidad, y vive en otros mundos tan llenos de infinito que me siento en la Tierra, llena de soledad. Cuando en un día tibio percibo la caricia de la vida, hay algo que pasa por mí tan intenso y extraño, que deso morirme para seguir viviendo como nunca viví... ¡Vida! ¡Toda la vida!... Es el grito que siento subir de mis entrañas hasta la inmensidad... ¡Cada célula mía quisiera ser un astro, un mar, todo el misterio de la fecundidad! Mi cuerpo, que es mi alma, suele sentirse guzla, una guzla de plata con cuerdas de cristal naturalmente templa la cuerda y es po reso que me siento encarnada en todo lo ancestral. //////////////////////////////////////// ¡Alfonsina lo dijo mucho mejor que yo! Gracias por sus palabras, que cierto día hice mías.
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