La noche es una cueva de demonios, de espíritus renegados por amor, salvajismo y crueldad. Demonios que se enroscan en piernas celestiales y huelen y lamen el dulce hedor. De abajo hacia arriba está estipulado: no hay porqué creerlo, todo es inventado. Yo quiero creer, antojo llamalo, en ángeles negros con ojos quebrados, en demonios blancos con olor a baño, en altos y malos, en bajos y buenos, en locos volando siempre al ras del suelo. De arriba hacia abajo esperan misterios, cada vez más grandes, complejos y horrendos, cada vez más bellos, sabrosos y cruentos. Quisiera vagar por las noches sin dueño, reptar por el cielo, dormir en el seno mismo del universo. Quisiera ser big bang, también quisiera implotar; qué loco sería poder transitar el peor mundillo y luego el mejor, sabiendo que es feo no sentir dolor. Poder morir antes de nacer; poder salir antes de entrar, poder estar en coma un tiempo deseado y retornar luego a la vida que llevo. Poder ser dual no me satisface, quisiera ser ...
Papeles que encontré en carpetas olvidadas.